Innovaciones tecnológicas para el corredor seco
Gestionar sosteniblemente la agricultura familiar en el Corredor Seco
El contexto de la historia
En Nicaragua y Honduras, la producción de granos básicos representa una actividad económica y social fundamental para garantizar la seguridad alimentaria y los ingresos de las familias rurales. Más del 79% de la producción binacional de granos básicos se encuentra en manos de pequeños y medianos productores, la cual se ve afectada por baja productividad y sostenibilidad ambiental y social, principalmente en los municipios del Corredor Seco de Nicaragua y Honduras, donde acontecen sequías cíclicas, agravadas por el fenómeno de El Niño. Abarca directamente a 5 departamentos en cada país y afecta una población de 467,000 familias, representando el 40% de la población total de ambos países.
Diseminación de innovaciones tecnológicas y desarrollo de estrategias de adaptación al cambio climático
La iniciativa implementada
El proyecto contribuyó al incremento de la productividad de maíz y frijol a través de la producción y acceso de semillas criollas y acriolladas, el uso de las buenas prácticas y el dominio de la información agroclimática, que permitió tomar decisiones precisas y oportunas. Las semillas generadas por las organizaciones de productores, con aportes de materiales nuevos por el Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (INTA), Dirección de Ciencia y Tecnología Agrícola (DICTA) y Zamorano de Honduras, mediante el fitomejoramiento participativo sirvieron para atender la producción de semilla bajo la modalidad de bancos comunitarios de semilla. Adicionalmente, se promovió alianzas público-privadas para el desarrollo socioeconómico del Corredor Seco.
Acceso y uso de semilla validada de maíz y frijol y la implementación de prácticas productivas y agroecológicas resilientes.
La solución tecnológica
Se dispuso de variedades de semilla de maíz y frijol debidamente validadas con características de adaptación a las zonas del ámbito del proyecto, lo cual permitió que los productores cuenten con semilla de mayor calidad y productividad. Así mismo, los productores obtuvieron información actualizada y oportuna de las precipitaciones y los balances hídricos. La conformación de una red de facilitadores comunitarios de la localidad, creado y consolidado en el ámbito de las Escuelas de campo (ECAs), permitió transferir recomendaciones de buenas prácticas agrícolas. Además, las organizaciones de productores se beneficiaron de las alianzas de mercado con empresas comercializadoras, agentes de servicios técnicos y financieros que facilitaron el proceso de producción y agregación de valor a los productos.
El combinar el conocimiento ancestral con el científico nos permitió implementar prácticas agrícolas que incrementaron hasta en un 50% los rendimientos.
Resultados
- 20 variedades de frijol y 12 variedades de maíz fueron caracterizadas morfológicamente, validadas en parcelas demostrativas y se está produciendo semilla.
- 57 bancos comunitarios de semilla con reservas de semilla de maíz y frijol entre 15 a 20 qq cada uno fueron implementados.
- 160 promotores/as capacitados, el 37% fueron mujeres.
- 105 silos metálicos en Nicaragua y 50 en Honduras fueron construidos y entregados a las comunidades.